La
Eucaristía es manantial y cumbre de toda vida cristiana y de la comunión
de los hermanos en Cristo; por eso debe celebrarse diariamente por toda la
comunidad.
De
hecho, los hermanos se unen más íntimamente entre sí y con toda la
Iglesia por la participación en el misterio pascual del Señor
Nada
se anteponga al Opus Dei. Por ello la comunidad celebra la Liturgia de las
Horas que cumple, en unión con la Iglesia, la función sacerdotal de
Cristo, ofreciendo a Dios un sacrificio de alabanza e intercediendo por la
salvación de todo el mundo.
La
Liturgia de las Horas es escuela de oración continua y tarea privilegiada
de la vida monástica. El Abad tiene la responsabilidad de promover entre
los hermanos el celo por el Opus Dei.
Los
hermanos, fomentando constantemente el recuerdo de Dios, prolongan el Opus
Dei a lo largo del día. Vele, pues, el Abad para que cada uno
disponga ampliamente de tiempo libre para dedicarse a la lectura y a la
oración.
Procuren
todos que los alrededores del monasterio favorezcan el silencio y la
quietud
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